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La carcajada firme, gruesa, de Jaime Alberto Bornacelly Gómez retumba cuando le preguntan si es cierto que trabajar o vivir cerca de la energía eléctrica causa problemas de fertilidad en el ser humano.De inmediato este antioqueño de 63 años saca de su billetera una foto que, tajantemente, deja sin piso esa pregunta.“Yo tengo un equipo de microfútbol”, afirma y vuelve a sonreír mostrando, orgulloso, unas fotos con sus seis hijas y tres nietos. “Eso es mentira, nada más traído de los cabellos. Son cosas que la gente se va inventando uno no sabe por qué, pero eso nada tiene que ver: para la muestra estos botones”, asegura este antioqueño que lleva 35 años operando subestaciones de energía eléctrica.

Es decir, Bornacelly, quien actualmente es uno de los operadores de la subestación Alférez a 230 kilovoltios –en Cali–, de Transmisión del Grupo Energía Bogotá (GEB), lleva más de la mitad de su vida en estas instalaciones. Sin embargo, desde los 18 años anda en el mundo de la energía eléctrica.

Su abuelo y su padre, en su natal y sofocante Puerto Berrío (Antioquia), eran electricistas y él, muy joven, alrededor de los 20 años, se fue a Barrancabermeja a trabajar en el sector como empleado de la Electrificadora de Santander S.A. (ESSA). De ahí no ha parado. Su trabajo el sector lo ha llevado por medio país e incluso a Arabia Saudita.“No he tenido un solo problema de salud por causa de la energía eléctrica en más de tres décadas de trabajar con ella, especialmente dentro de las subestaciones. Tampoco he visto lo que algunos dicen, quién sabe con qué interés, sobre que los cultivos se queman cerca a estas construcciones o que los animales nacen deformes o la leche sale de colores. Le repito, esos son mentiras”, afirma Bornacelly.Antes que enfermarlo o causarle otro tipo de problema, Bornacelly sigue con las mismas ganas de laborar en el sector que con las que empezó.“Yo trabajo turnos de 14 por 14 y cuando salgo, voy a mi casa con mi familia. Aunque ya estoy a punto de pensionarme, quiero continuar trabajando porque considero que lo que hacemos es importante para que los colombianos cuenten con un buen servicio de energía. Por mí sigo: energía es lo que tengo de sobra junto con mi equipo de microfútbol”, puntualiza.

Técnico en montaje de estructuras y tendido de cable y fibra óptica. Técnico en montaje de estructuras de equipos de subestación y especialista en mantenimiento de líneas de alta tensión y RCM. 

Cuenta con 38 años de experiencia en el sector eléctrico, desempeñando funciones como oficial liniero, contratista de mantenimiento de líneas de transmisión, en la construcción y mantenimiento de infraestructura en Angola (África) y como inspector de obra en el Grupo Energía Bogotá. 

No pocas razones tiene Policarpa Mosquera Rentería para considerar a la vereda La Estrella Morrón, en Pereira, como un paraíso para ella y las 15 familias que llegaron allí una mañana fría y arratonada de mayo de 2003 para quedarse por siempre.A ellos, hace más de dos décadas, la violencia de todos los bandos los sacó corriendo, con lo que llevaban puesto, de varios municipios del sufrido Chocó y los unió en desgracia en Santa Cecilia, un corregimiento de Pueblo Rico (Risaralda). Tiempo después, cuando creyeron haber dejado atrás las amenazas y el contar muertos, ese odio ciego y sinrazón los volvió a alcanzar y les tocó emprender un nuevo éxodo, esta vez a Pereira.

Allí estuvieron pasando necesidades, aseando casas ajenas y dedicándose a oficios que les eran extraños, hasta que de tanto insistir por ayuda al Gobierno nacional, las agencias estatales les mostraron un terreno donde los podían ubicar. Estaba a unos 35 minutos en ‘chiva’ desde Pereira, con la maleza y el olvido abrazando la trilla y las pocas construcciones que había, con algo de frío, pero al fin y al cabo, un terreno con potencial agrícola que podía ser de la propiedad de cada uno.

Después de conversarlo, ‘Pola’, como le gusta que la llamen, y sus compañeros de peregrinación aceptaron la oferta estatal y empezó un papeleo que terminó el 12 de mayo de 2003, cuando en un bus de escalera, cargados con los pocos enseres y propiedades apretujados en cajas y maletas, con la cara de lo incierto y de la esperanza, llegaron a colonizar ese pedazo de la vereda La Estrella que se conoce hoy como La Estrella Morrón.

Después de una distribución equitativa de la tierra, a punta de machete y hacha las 15 familias afrodescendientes domaron el espeso bosque y empezaron a construir lo que hoy es un caserío próspero donde la mayoría se dedica a sembrar yuca, plátano, tomate, café, frijol y maíz, entre otros. ‘Pola’, además, tiene una venta de arepas, “las mejores de la región”, con las que se ayudó para levantar sus ocho hijos.“Este es un paraíso la verdad. No sabe uno que más decir después de estar corriendo por la violencia y llegar acá, donde nos nació la vida de nuevo. Todo es muy tranquilo, seguro y es una tierra bendita: todo lo que usted siembre, pega, se da, crece y da frutos”, afirma ‘Pola’, de 61 años y presidenta de la Asociación de Productores Agropecuarios La Esperanza.

En ese punto de la zona rural de Pereira, desde 2018 Transmisión del Grupo Energía Bogotá (GEB) instaló unas torres del entonces proyecto Armenia a 230 kilovoltios (kV) –que entró a operar un año después–, para traer al Eje Cafetero energía eléctrica de los centros de generación y mejorar así la confiabilidad del servicio al Eje Cafetero.“Al principio, cuando no habían puesto las torres y pasado los cables, nos opusimos mucho por gente que nos vino a decir un poco de cosas malas del proyecto –cuenta ‘Pola’–, pero los de la Energía Bogotá nos hablaron y convencieron de que era mentira y así ha sido: no hemos tenido un solo problema con las torres y cables. Son unos buenos vecinos, para qué le digo mentiras”.

Nadie mejor que ella para decirlo, pues en su predio, justo a la entrada del caserío, se eleva la torres 56 de la línea Armenia a 230 kV y los cables se tienden buscando el sur hasta perderse en las montañas coronadas por toda clase de cultivos. Debajo de esa infraestructura, ‘Pola’, con sus manos grandes, trenzas de medusa y su imponencia de ceiba, cultiva maíz, café, yuca y tiene las pocas matas de plátano y banano que le quedaron del ataque del ‘picudo’, una especie de gorgojo negro que acaba con estas plantaciones. Hasta comienzos de 2020 también tuvo unas cabezas de ganado. “Y nada ha pasado ni a mí ni a mis vecinos, ni a los sembrados.

La vida sigue igual a como la teníamos antes de las torres y los cables: normalita. Por el contrario, el GEB nos construyó una caseta comunal para hacer nuestras reuniones donde planeamos seguir adelante, progresando”, subraya mientras despacha unas arepas a los visitantes venidos de Bogotá.Y sí. Esas arepas son las mejores de la región. Unas arepas que parecen hechas en el mismo paraíso.

Carmelina Trejos no sabe la razón exacta del por qué los cuyes que cría en su pequeña parcela, justo al lado de la torre 489 de la línea Interconexión con Ecuador, se ponen más gordos, como enormes bolas de dulce de algodón, que cuando lo hace en la casa familiar, en una de las montañas de la vereda Minchoy, de San Francisco, en el alto Putumayo.

A la parcela que ella llama ‘Mundo nuevo’ se llega, desde la vivienda familiar, solo tras una caminata de 40 minutos por trochas pantanosas y quebradas que demuelen las piernas de los foráneos. En el pequeño lote, coronado por una construcción de tablones de madera, Carmelina cría, además de los cuyes, dos marranos rosados y tres reses, y siembra caña, repollo, plátano, lulo, cebolla, sidra, zanahoria y chachafruto.

Carmelina, con la sonrisa franca de la gente del campo, dice, señalando la torre que pasa a unos 40 metros del ranchito donde crecen los cuyes y donde las líneas de alta tensión sirven de techo a los pequeños cultivos, que la estructura y los cables siempre han estado ahí desde que compró la parcela, en 2007. Desde entonces, ella va dos veces al día a su predio. Eso sí, solo emplea en su caminata 20 minutos por trayecto.

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Ingeniero Eléctrico egresado de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas y Especialista en Sistemas de Transmisión de la Universidad de los Andes, cuenta con más de ocho años de experiencia en el Grupo Energía Bogotá prestando sus servicios en el área de diseño eléctrico de líneas de transmisión para los proyectos requeridos por la Unidad de Planeación Minero-Energética (UPME).

Ha participado en la planificación y diseño de proyectos como la primera línea subterránea de alta tensión del Grupo, y la definición de ingeniería detallada para el proyecto de transmisión de energía eléctrica Norte 230 kV.

En los últimos años se ha desempeñado como apoyo en el equipo transversal eléctrico y de interventoría en el área de ingenierías para los proyectos Colectora 500 kV, Membrillal 110 kV, Tesalia 230 kV y Refuerzo Suroccidental 500 kV

Es egresada de la Universidad Industrial de Santander y cuenta con 12 años de experiencia. Nació en el municipio de Contratación (Santander), un pueblo con mucha historia.

Tiene 36 años y se describe a ella misma como una mujer de familia, feliz y agradecida con la crianza brindada por sus padres, quienes le inculcaron el respeto, la lealtad, la tolerancia y la sinceridad como valores fundamentales para la vida.

Entre sus aficiones se encuentran la pedagogía, la lectura y disfrutar de la naturaleza; es ciclista recreativa aficionada, y practica este deporte hace cuatro años.

“Disfrutar de la bici y rodar por la vida con responsabilidad”, un mensaje de ella para todos sus compañeros de trabajo.

Es abogada de profesión, egresada de la Universidad Autónoma del Caribe, tiene una especialización en Derecho Administrativo, un Máster en Comercio y cuenta con 13 años de experiencia. Tiene 34 años, nació en Riohacha (La Guajira) y en su tiempo libre disfruta estar con su familia, caminar por la playa y disfrutar de los atardeceres que ofrece su región.

Está felizmente casada y actualmente se encuentra a la espera de un lindo bebé que, sin lugar a duda, llenará de energía y muchas bendiciones su hogar.

“Tienen que venir a conocerla, bienvenidos”, su caluroso mensaje para que todos los colaboradores de Enlaza es que  conozcan la cuna de nuestro proyecto Colectora, la bella Guajira.

Es egresada de la Universidad Escuela Colombiana de Rehabilitación. Tiene 35 años y nació en el sur de La Guajira.

Creció rodeada de la naturaleza en la ranchería Kasushimana con su extensa familia, la cual, le ha permitido preservar su identidad cultural y compartirla con los demás. Es madre de dos brillantes niños, Piero y Vicente, con quienes disfruta al máximo el tiempo en familia.

En Enlaza, acompaña el proceso de relacionamiento con las comunidades indígenas que conviven en el área de influencia del proyecto Colectora desde hace cuatro años en la Gerencia Social.

“Talatuusu wain, juma werrajirrain wanepia”, somos más felices compartiendo nuestros conocimientos.

Oriunda de la sultana del Valle, egresada de los programas de Comunicación Social y Ciencias Sociales de la Univalle, con 7 años vinculada al Grupo Energía Bogotá y con una actitud siempre dispuesta para el aprendizaje, Lucía Fernanda es gestora social para el proyecto Refuerzo Suroccidental.

Día a día agradece por la oportunidad de trabajar en lo que le gusta, interactuar con otras personas y crecer tanto personal como laboralmente. Es apasionada y constantemente se preocupa por innovar y mejorar todo lo que hace. Disfruta del ejercicio, caminar, contemplar el cielo y compartir tiempo con Jonás y Luna, un gato y una perrita que llegaron a su vida durante la pandemia, hacen parte de sus pasatiempos. Su seriedad y su mirada profunda pueden confundir a quien la trata por primera vez; sin embargo, es una persona muy abierta, divertida, tranquila, quien tiene como máxima el agradecer cada situación y encontrar un aprendizaje de cada persona que conoce.

Ingeniero Civil egresado de la Escuela Colombiana de Ingeniería Julio Garavito en el año 2008, con estudios de Maestría en ciencias de la ingeniería con énfasis en estructuras y geotecnia de la Universidad Nacional de Córdoba Argentina y especialización en Gerencia de Proyectos, con más de 14 años de experiencia en el sector energético y Oil & Gas y 7 años en el Grupo Energía Bogotá colaborando en la gestión de proyectos de líneas de transmisión requeridos por la Unidad de Planeación Minero-Energética (UPME).

Ha participado en etapas de estructuración de proyectos, diseño, construcción, interventoría y mantenimiento de infraestructura energética y de petróleos, dentro de los principales proyectos se encuentra ingeniero de presa durante la construcción de la hidroeléctrica Sogamoso, geotecnista en el mantenimiento preventivo y correctivo de los poliductos Puerto Salgar Cartago y Medellín Cartago y en los últimos años en el Grupo Energía Bogotá en la supervisión e interventoría durante construcción de la proyectos Armenia y Tesalia Alférez 230 kV.

Soy Stelia Morales Oróstegui, naci en Cali, en medio de dulces, caña, salsa, y mucho amor. Por temas familiares y gracias a la vida, terminé estudios de Trabajo Social en la UIS hace 24 años, donde no solo encontré mi profesión, sino las mejores amigas y hermanas del alma.

Actualmente trabajo como profesional de gestión social en la regional suroccidente, donde atiendo tres proyectos en etapas diferentes (estudios, construcción y operación), llevo siete años laborando para GEB y ahora hago parte de Enlaza.

Soy una mujer que cuando la muerte se sentó a su lado se dio cuenta lo importante que es vivir hasta el último minuto. Y su lección más grande es la diferencia entre creer en Dios y tener Fe con gratitud en el corazón por cada instante de vida, el cual simplemente ha sido perfecto porque me ha permitido construir lo que soy hoy.

Nacido hace 38 años en Duitama, Boyacá, Leonardo es antropólogo de la Universidad Nacional de Colombia, con 12 años de experiencia, y se desempeña como arqueólogo en la regional Norte, de Enlaza. Agradece el amor de su pareja y de sus padres, quienes le inculcaron siempre el respeto, lealtad, tolerancia y sinceridad como valores fundamentales para el ser humano.

Entre sus aficiones se encuentran la lectura, la buena música, los viajes y disfrutar de la naturaleza; practica, además, en sus ratos libres, el senderismo.

“Disfrutar de la naturaleza y el tiempo en familia es lo más importante”, su mensaje para todos los colaboradores de Enlaza.

Nacida hace 41 años en Cúcuta, Norte de Santander, Adriana es Trabajadora Social de la Universidad de Pamplona, con 15 años de experiencia en la gestión con comunidades y en especial, en el relacionamiento con autoridades y actores relevantes en proyectos estratégicos para el país y la región.

Actualmente hace parte del equipo social de la Regional Centro en el proyecto Norte que se encuentra en ejecución.

Lo que más disfruta es la música, el cine y los juegos de mesa en familia, así como el café para compartir historias y tejer redes. Sus compañeros la reconocen como organizada, servicial y alegre.

Ingeniera Forestal especializada en Gerencia de Recursos Naturales, Mayerly ha puesto sus habilidades en el desarrollo de alianzas estratégicas al servicio de Enlaza, para realizar las compensaciones ambientales y restauraciones ecológicas con grandes beneficios para las comunidades, autoridades y la misma compañía.

“Maye”, como la reconocen en la Regional Suroccidente, es una llanera amante de los animales y la naturaleza; le gustan las caminatas en la montaña y el running, deporte que espera la lleve a correr las seis grandes maratones del mundo. Siente que su personalidad se ve representada en sus tres adoraciones: Salomé, la más tranquila, madre de Mateo, el “delicado” y celoso, quien a su vez es padre de Romeo, el inquieto y acelerado. Tres generaciones de Shih Tzu que fueron llegando a su vida de sorpresa, para quedarse definitivamente

Ingeniera Ambiental, especialista en Gerencia de Proyectos, de la Universidad de la Salle, tiene más de 15 años de experiencia en el sector de energía y disfruta trabajar en equipo.

Con excelentes relaciones interpersonales, sustentadas en principios éticos y valores inculcados por sus padres, esta bogotana es madre de Lucas, su hijo de cuatro años; tiene dos gatos, “Coco” y “Alegría”; es hincha de Millonarios, y le encanta conocer nuevos lugares y viajar con su familia. Es amante de los animales, la naturaleza, la música y los atardeceres.

Adriana Delgado es líder Ambiental de la regional Norte, de Enlaza.

Antropóloga de la Universidad Nacional, institución donde también hizo su maestría y donde realiza actualmente el doctorado, ambos títulos en la línea de arqueología. Nació en Bogotá hace 33 años, le gusta el rock, leer y desde niña, le apasiona descubrir la vida humana de miembros de comunidades antiguas.

Por ello disfruta aportar lo que ha aprendido en la academia, al desarrollo de cada proyecto en el que participa. Así como pasar tiempo con sus amigos y en compañía de sus gatos, Fermina y Valentín.

Luisa María trabaja en el GEB desde hace dos años y actualmente es arqueóloga del equipo de la gerencia ambiental de Enlaza para la regional Centro, en el proyecto Sogamoso.

Bióloga de la Universidad Javeriana; con máster en Restauración de Ecosistemas, de la Universidad de Alcalá. En Enlaza, se enfoca en articular la estrategia de gestión de la biodiversidad, desde las compensaciones ambientales, hasta iniciativas de conservación, en el marco de fortalecer la conectividad ecológica de los territorios y la gestión de especies focales, como el flamenco rosado, el oso andino, la danta de montaña, y el tigrillo lanudo.

Teresa es una bogotana que, a través de la naturaleza, busca conectarse con la vida y su propósito; disfruta del viento frío de los bosques Altoandinos, las exuberancias de las selvas tropicales y los paisajes caribeños que adornan los andares por Colombia. Le encanta investigar, aprender y trabajar en equipo.

Encuentra la felicidad en los ojos y sonrisas de sus hijos Martín y Lorenzo, que le han permitido al lado de Luis Fernando, evidenciar sus mayores dichas en su rol de mamá, acompañando cada paso de su crecimiento. Disfruta compartir con su familia y valora a sus amigos, como un regalo de la vida, así como los espacios de silencio e introspección. Tranquila, alegre y soñadora…, así es Teresa.

Nació hace 42 años en San Gil, Santander. Es abogado egresado de la Universidad Industrial de Santander, especialista en Derecho Administrativo y magíster en Derecho del Estado, de la Universidad Externado de Colombia. Con 18 años de experiencia profesional, Farid siempre ha trabajado en el sector eléctrico y ha participado en todas las etapas de la cadena de prestación del servicio de energía, incluyendo roles al frente de equipos de alto desempeño.

Se considera afortunado por hacer parte de este sector, pues le apasionan los servicios públicos domiciliarios y su capacidad para transformar la realidad de las personas y las comunidades. Por ello, en su actividad diaria, afirma cumplir un propósito de vida, que en sus palabras es servir.

A la par con su ejercicio profesional, Farid ha sido docente universitario e incluye entre sus hobbies, la lectura, el running, canicross, viajar y escribir, entre otros. Su hija, de 18 años, a quien considera su más grande orgullo, acaba de entrar a estudiar biología. Hace cuatro años trabaja con el Grupo Energía Bogotá (GEB) y actualmente es gerente de Asuntos Jurídicos de Enlaza.

Antropólogo de la Universidad Nacional de Colombia, en la actualidad cursa una especialización en Gestión Ambiental, de la Universidad de Antioquia. Con 11 años de experiencia en relacionamiento con actores territoriales, para el sector energético y de hidrocarburos, Juan ha trabajado en varias regiones del país, como La Guajira, Cesar, Magdalena, Boyacá, Santander, Norte de Santander, Cundinamarca, Bogotá, Meta, Vichada, Arauca, Tolima, Huila y Caquetá, tanto con comunidades étnicas como campesinas.

Considera la comunicación asertiva, la empatía y la escucha como los valores más importantes en su actividad, así como el trabajo en equipo y la solidaridad. En su tiempo libre disfruta estar con su hija, compartir en familia, montar bicicleta, leer y satisfacer toda su curiosidad sobre lo que le rodea.

Nacido en Bogotá, hace 40 años, Juan hace parte de la Gerencia Social y de Relacionamiento de Enlaza desde hace cinco años, como Gestor Social para el proyecto Norte.

Willy, como le llaman cariñosamente quienes lo conocen, es ingeniero electricista de la Universidad Distrital, con Magíster en Gerencia de Proyectos de la EAN, y certificado PMP y PMI-RMP. También, algunos lo llaman por su segundo nombre, JR, con el que su padre le dio un toque especial desde muy pequeño a este bogotano de 36 años, que completa 10 en el Grupo Energía Bogotá (GEB) y que actualmente se desempeña como Líder de Planeación de Abastecimiento, de Enlaza.

Junto con Olga, su esposa, disfruta al máximo pasar tiempo con Brianna, su hija recién nacida; y entre sus aficiones, destaca los conciertos de rock, el lego y los videojuegos. Sus allegados lo describen como una persona empática y siempre dispuesta a dar una mano en lo que esté a su alcance.

Aunque sus compañeros lo describen como un hombre familiar, tranquilo y divertido, pocos saben que detrás de esa imagen también está una persona de poca paciencia y que adora jugar golf.

Siendo caddie, no solo aprendió el deporte, sino que además le tomó especial cariño a su labor, toda vez que con ese trabajo logró solventar sus estudios profesionales en geología, la carrera que le ha permitido explorar muchas regiones de Colombia y que lo llevó a unirse al Grupo Energía Bogotá en 2015.

Actualmente, Salvador tiene 51 años, es asesor del área ambiental en la regional suroccidente y vive en Pereira hace 5 años, junto a su esposa y el menor de sus hijos. Una de las cosas que más le gusta de su trabajo es que le permite descubrir lugares que más adelante podrá compartir con su familia. Para ‘Salva’, la clave de su felicidad ha estado en encontrar un correcto equilibrio entre la vida laboral y la personal, gastar menos de lo que gana y hacer sonreír a los demás.

‘Kimy’, como la llaman usualmente, es Comunicadora Social y Periodista, con especialización en Liderazgo para la Gestión Social. Cuenta con más de 17 años de experiencia en medios de comunicación y temas comunitarios, en los departamentos del Valle del Cauca, Meta y Cundinamarca.

Está vinculada hace más de ocho años al Grupo Energía Bogotá, en el área Social de los proyectos San Fernando, Sogamoso y Norte; es oriunda de la ‘sucursal del cielo’, y más caleña que la empanada y el champús. Se identifica por su personalidad arrolladora, versatilidad, alegría y pasión por el trabajo con las comunidades.

Asegura que al escuchar esa voz que le llama “mími o mamá”, reafirma con claridad el que considera el mejor y más valioso rol de su vida. También, que de las cosas que más disfruta es el tiempo en familia y con sus amigos. Kimberly tiene dos hermanos mayores, es amante de los conciertos y le gusta el color rosa y la moda.

Ingeniero Civil, especialista en Gerencia de Proyectos. Tiene 11 años de experiencia en la construcción de líneas de transmisión, en Colombia y en Perú, y actualmente realiza una maestría en Geotecnia y Cimentaciones.

César nació hace 34 años en Hato Corozal, Casanare; es amante de la cultura llanera y su carne asada, y agradece el amor de su esposa y su hijo Nicolás, así como se considera afortunado por la educación recibida y el ejemplo brindado por sus padres y por su hermano.

Actualmente se desempeña como asesor de la Gerencia de Líneas de Enlaza, para la regional Norte.