Colaboradores wayuu: un puente en La Guajira

Viernes, 01 de Mayo de 2020

 Zoila Gonzales, de la comunidad Iyuliwou, es una de las gestoras sociales que tiene en La Guajira el proyecto Colectora.

El proyecto Colectora es el primero en el que el Grupo Energía Bogotá desarrolla un relacionamiento con la comunidad wayuu para el paso de una línea de transmisión.

Por supuesto, como lo hace en todos sus proyectos y activos en operación, desarrolla, desde hace dos años, ese relacionamiento de una forma genuina y oportuna, y será permanente.

Explicarles a los miembros de la comunidad todos los aspectos del proyecto Colectora es una de las tareas de Arnoldo Pimienta.

Explicarles a los miembros de la comunidad todos los aspectos del proyecto Colectora es una de las tareas de Arnoldo Pimienta.

Lo que se busca, asegura Diego Efraín García, gerente del proyecto, es que este se efectúe teniendo en cuenta las costumbres, tradiciones y las necesidades de este pueblo indígena, para que Colectora sea un punto de lanza para el desarrollo de las comunidades que, subraya, “es el mejor retorno a la inversión”.

El proyecto Colectora enlazará al Sistema Interconectado Nacional (SIN) la energía que producirán los siete parques eólicos que se construyen en La Guajira. La línea surcará por cuatro municipios de este departamento, Uribia, Manaure, Maicao y Albania, en donde hay presencia wayuu, en una extensión de 114 kilómetros en los cuales se instalarán 521 torres.

Para lograr entender y compenetrarse mucho mejor con los wayuu, y como parte de su política de relacionamiento, el proyecto Colectora, desde el comienzo, incorporó a su equipo de trabajo a personas de ese pueblo.

Actualmente, informa García, el proyecto cuenta con ocho colaboradores wayuu, quienes se encargan, junto con un robusto equipo del relacionamiento con las 208 comunidades que fueron certificadas por el Ministerio del Interior como presentes en el área de influencia de esta iniciativa.

“No solo llevan a cada una de las agrupaciones la información relevante sobre el proyecto; también tienen la maravillosa tarea de permitir que el Grupo conozca y entienda cada costumbre y tradición de estas comunidades, para poder desarrollar nuestras actividades a través del respeto y cuidado de estas culturas”, afirma García.

Betty Granadillo les cuenta a las personas todos los beneficios que traerá a la región el proyecto Colectora.

Betty Granadillo les cuenta a las personas todos los beneficios que traerá a la región el proyecto Colectora.

Los gestores sociales wayuu son:

  • María Francisca Barros, de la comunidad Aipir (Cabo de la Vela)
  • María Tiles, de la comunidad Houluy (Maicao)
  • Maryuri Iguarán, de la comunidad de Los Cocos, de la casta Gouriyu (Alta Guajira)
  • Frabricia Peláez y Genaro Epiayú, del resguardo Zahino, comunidad Zanjas Blancas, de la casta Epiayú (sur de La Guajira)
  • Betty Granadillo Epiayú, de la comunidad Jolojolomana, de la casta Epiayú (Manaure)
  • Arnoldo Pimienta, comunidad Carraipa del corregimiento Taguaira, clan Epiayú (Uribia)
  • Zoila Gonzales, de la comunidad Iyuliwou, del sector Nazareth (Uribia)

“Al principio muchos de los compañeros wayuu no entendían por qué trabajamos para el Grupo Energía Bogotá y no eran muy abiertos a la labor que está haciendo, pues les preocupaba el desarrollo de las consultas previas. El sistema normativo wayuu es diferente y tenían inquietudes por los procedimientos y eventuales compensaciones, pero con paciencia fuimos abriendo espacios de diálogo, de entendimiento franco y sincero, y ahora muchos entienden el compromiso del Grupo por llevar desarrollo y progreso no solo a La Guajira en general, sino a su comunidad”, afirma Betty Granadillo.

Francisca Barros, una de las gestoras sociales en La Guajira.

Francisca Barros, una de las gestoras sociales en La Guajira.

Es cierto. Al principio, algunas comunidades fueron reacias al ingreso del personal del Grupo Energía Bogotá a sus territorios para contarles la necesidad del proyecto, su alcance y los beneficios, lo que retrasaba actividades indispensables. Sin embargo, de la mano, y en especial de la palabra, de los gestores sociales, quienes visitaron a cada una de las autoridades de las comunidades wayuu certificadas, se abrieron los espacios para que recibieran la información real de Colectora y participarán de cada una de las socializaciones.

Por su parte, Francisca Barros afirma que la experiencia que tiene en proyectos de otro tipo en la región ha sido valiosa. “He trabajado en el norte y en el sur de La Guajira por la construcción de las vías férreas. Esta fue una nueva experiencia y hemos tenido mucha aceptación para encontrarnos y tender lazos de fraternidad con mis hermanos wayuus”, dice.

En los patios de las rancherías, Maryuri Iguarán se reúne con la comunidad para escuchar sus inquietudes.

En los patios de las rancherías, Maryuri Iguarán se reúne con la comunidad para escuchar sus inquietudes.

“Estoy segura de que el proyecto -apunta Betty- generará un impacto social muy positivo con sus proyectos de inversión social y relacionamiento genuino con las comunidades, dando continua participación a cada público y manteniendo políticas de responsabilidad social”.

En esto coincide María Francisca, quien subraya que Colectora va a dejar huella en la región, trayendo desarrollo, fortaleciendo las capacidades comunitarias, apoyando emprendimientos de ideas de negocio, fomentando la sostenibilidad de las iniciativas de todo tipo y contribuyendo a la solución de la problemática social que hay en La Guajira.

“La tarea de estos colaboradores ha sido muy importante, han sido un puente invaluable para seguir desarrollando este proyecto que, sin duda alguna, cambiará la vida de los guajiros y les permitirá, además, seguir aportando al desarrollo del país -puntualiza García-. Con ellos hemos logrado entender a las comunidades, percibir desde su cultura los posibles impactos que podría traer el proyecto para su territorio, sus costumbres y sus creencias y, asimismo, hemos identificado posibles medidas de manejo para que Colectora traiga beneficios y aportes”.