El tiempo lo demostró

Miercoles, 14 de Mayo de 2025

Sumario | El proyecto Armenia 230 kV con su entrada en operación es un buen ejemplo de trabajo, perseverancia y compromiso de nuestra empresa y del Grupo, con el desarrollo y el progreso del país.

 

Por Fredy Zuleta Dávila, gerente General de Enlaza.

Corría el año 2014 cuando María del Carmen Castaño era presidenta del Concejo de Filandia, municipio ubicado en el departamento del Quindío, y el Grupo Energía Bogotá (GEB) -hoy Enlaza- iniciaba la construcción, en ese territorio, del proyecto Armenia 230 kV, que conectaba al Eje Cafetero con el sistema de transmisión nacional de energía eléctrica.

La llegada de nuestras torres de transmisión puso en alerta a María del Carmen y a las demás autoridades del municipio y el departamento, quienes buscaron detener el avance del proyecto, para que la línea no pasara por su territorio. Pensaban, con la mejor intención y los argumentos que tenían a la mano, que el proyecto sería negativo para la población en todos los aspectos, que ponía en riesgo sus bosques, ríos, paisajes e incluso, la seguridad de sus tierras.

Creo que hoy todos coincidimos en que contar con el servicio de energía es sinónimo de progreso, desarrollo, seguridad y futuro para una población. Sin embargo, la implementación de la infraestructura para un proyecto de este tipo implica la superación de situaciones que surgen en el territorio: las dudas, los temores y el deseo genuino de proteger el medio ambiente de lo que llega, de lo desconocido y, a veces también, de la desinformación.

Se suman factores sociales, culturales, prediales y por supuesto, medioambientales, que agregados al nivel técnico de cada obra convierten estos proyectos en verdaderos desafíos, que una empresa de transmisión de energía eléctrica debe tener en cuenta y que solo el tiempo puede demostrar. Al final, la confianza y el saber que siempre actuamos de buena fe es lo que en realidad construimos día a día.

Sin embargo, nunca bastará con decirlo. Es necesario demostrarlo, para construir verdaderas relaciones de confianza. Y para la muestra, un botón.

Hoy, después de once años, María del Carmen admite públicamente el valor que para su región ha tenido la infraestructura construida y los beneficios que sigue trayendo a su municipio una obra como ésta, familiarizada con su entorno, el medioambiente y la comunidad, como ella misma lo describe en el siguiente video.

 

 

Así como ocurrió en Filandia, Quindío, algunos de nuestros equipos encuentran al inicio oposición mal informada; pero con el tiempo y el trabajo constante la información correcta fluye, más allá de unos pocos, y las acciones concretas realizadas por la compañía en los diferentes ámbitos terminan por demostrar los beneficios que buscan un bien superior, representado en un servicio de la mayor calidad, medioambientalmente sostenible y amigable con el entorno.

 

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