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Viernes, 09 de Agosto de 2024

Sumario | Los proyectos de transmisión de energía eléctrica son el eje fundamental para la transición; sin esta infraestructura, la reconformación de la matriz energética en el país hacia fuentes renovables se frustraría.

 

Por: Fredy Zuleta Dávila, gerente General de Enlaza – GEB.

Desde siempre, la energía eléctrica ha transformado la vida de las comunidades y lleva progreso y desarrollo al mundo entero, que hoy considera indispensable el servicio y lo demanda con mayor intensidad, al punto que en países como el nuestro la demanda creciente está poniendo en riesgo el abastecimiento continuo.

En ese contexto, el avance de los proyectos de transmisión de energía eléctrica adquiere un papel protagónico, por la enorme capacidad para distribuir adecuadamente el recurso, de acuerdo con la demanda en cada momento y lugar.

Y esa agilidad en los trámites que se requiere hoy en día no depende de procedimientos y normas medioambientales y sociales ligeras, ni de irrespetar derechos fundamentales de ningún habitante de estas zonas; todo lo contrario, exige mayor compromiso y rigurosidad de las partes, a través de regulaciones y normas precisas donde la claridad y transparencia sea la única constante.

Porque en medio de los avances tecnológicos permanentes del sector de la transmisión de energía eléctrica, sumados a la conciencia medioambiental que reina entre los principales inversionistas de esta industria, de respeto por el planeta y sus habitantes, aún priman barreras normativas diseñadas para contextos pasados muy distintos.

El objetivo final es el bien común y en el contexto actual de escasez de oferta energética, esta situación no solo genera aumentos de precios en el servicio, sino que obliga al uso de otras fuentes de energía más costosas y con altas emisiones de CO2, alternativa claramente negativa en materia de descarbonización. Sin duda, no es el resultado esperado.

Los proyectos de transmisión de energía eléctrica son el eje fundamental para la transición; sin esta infraestructura, la reconformación de la matriz energética en el país hacia fuentes renovables se frustraría, condenándose por ejemplo en este momento a la Región Centro Oriental, cuyos riesgos de desabastecimiento aumentan y en esa medida, privilegian fuentes de generación contaminantes, a precios superiores.

Debemos sincerar las conversaciones y entender que para lograr el bien común es necesario que todos pongamos de nuestra parte y sumemos voluntades. El entendimiento y la buena fe deben ser siempre el punto de partida para sacar adelante proyectos de este tipo, concebidos para generar mejores condiciones de vida para todos, una causa en la que el gobierno, las empresas del sector, las comunidades cercanas a los proyectos y demás actores involucrados tenemos que estar de acuerdo.

La transición energética es urgente; la satisfacción de la demanda creciente de energía eléctrica, también; el aumento de la oferta en la misma medida, por supuesto; el cubrimiento inmediato de zonas que carecen del servicio, sin duda, y la reducción de los precios en sus justas proporciones, con total seguridad. Y todos los caminos conducen a la misma solución: fortalecer el sistema de transmisión de energía eléctrica nacional.

 

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Fredy Zuleta Dávila
Gerente General

Enlaza