Conviviendo con el electromagnetismo

Miercoles, 08 de Febrero de 2023

Las Ciencias Básicas y dentro de ellas el fenómeno del electromagnetismo son y siempre seguirán siendo fundamentales para las innovaciones tecnológicas. En general, en la investigación sobre el electromagnetismo en el mundo académico, ha permitido poder avanzar en innovaciones tecnológicas que van desde los teléfonos celulares, los GPS, la predicción de impacto de rayos y también proponer formas de energía no convencionales en el mundo moderno.

El ingeniero electricista Nikola Tesla fue uno de estos grandes investigadores que, con base en el fenómeno electromagnético, a finales del siglo 19 se inventó la transmisión de energía eléctrica de corriente alterna, tal como las conocemos hoy en día, y de paso con sus otros miles de inventos, se inventó el siglo 20.

Con este invento nació una nueva sociedad con facilidades para el diario vivir como los electrodomésticos y grandes fábricas que jalonaron la productividad y el mejor vivir en el mundo, pero así mismo aparecieron dudas sobre el efecto de estos nuevos inventos en la salud humana.

 

De acuerdo con investigadores a nivel mundial, incluido Colombia, los efectos de corto plazo de las líneas aéreas de transmisión de energía eléctrica no presentan ningún problema por campos electromagnéticos para el público en general, siempre y cuando se cumplan con diseños apropiados, con las distancias de seguridad y campos mínimos permitidos que exigen las reglamentaciones vigentes.

La interacción entre los campos electromagnéticos y la salud humana depende de la frecuencia de la emisión. Las líneas de transmisión de energía eléctrica en Colombia trabajan a una frecuencia de 60 Hz., por tanto, el análisis de este concepto se centra en los efectos de los campos electromagnéticos a bajas frecuencias (60 Hz).

Algunos resultados de investigación concluyen que un ser humano de pie debajo de una línea de transmisión de energía eléctrica con carga alta (3000 Amperios) generará campos que permanecen inferiores a 50 μT (H = 40 A/m) y, en consecuencia, inducirá densidades de corriente inferiores a 600 μA/m2, un factor de 16 veces inferior a los límites de normas internacionales o para el caso típico de un aparato doméstico, el secador de cabello, las densidades de corriente máximas son alrededor de 130 μA/m2 en la parte externa del cerebro. Aun cuando se puedan prever campos más grandes con un secador de cabello, el margen para los límites IRPA es adecuado y no se espera ningún problema particular.

En términos generales, con base en los diferentes casos estudiados y en el estudio analítico, se puede concluir que las líneas de transmisión de energía eléctrica y los aparatos domésticos no presentan ningún problema por campos electromagnéticos para el público en general. Sin embargo, algunos problemas ocupacionales específicos caracterizados por exposición extrema ameritan un análisis más profundo, por ejemplo, un soldador eléctrico.


La controversia pública sobre el electromagnetismo y sus aplicaciones y la salud humana, continuará hasta que las futuras investigaciones demuestren de forma concluyente que los campos electromagnéticos son peligrosos o hasta que el público asuma que la ciencia no puede garantizar la seguridad absoluta, o hasta que el público y los medios de comunicación se aburran del tema. Ninguna de las dos primeras es especialmente probable, pero la tercera puede estar sucediendo ya.

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Horacio Torres Sánchez

Profesor Emérito Universidad Nacional

Investigador Emérito MinCiencias