Transmisión energética, el antídoto contra el racionamiento
Jueves, 09 de Mayo de 2024
En las últimas semanas ronda en el país un temor generalizado, debido al bajo nivel de agua en los embalses, producto del Fenómeno del Niño, un evento climático que se prolongó más de la cuenta y cuyos efectos -aunque ya empezaron las lluvias-, siguen siendo incalculables.
Sin embargo, y dada la tendencia cíclica de recuperación del nivel de los embalses, aunque llegaron a caer a mínimos históricos y no suben todavía al ritmo esperado, la incertidumbre es mayor cuando el eje de la discusión retorna al punto donde inició: la preocupación denunciada en Colombia por el sector energético, que viene padeciendo un desbalance crítico entre oferta y demanda -por el peso que tiene la generación hidroeléctrica en el mercado nacional-, lo cual en las condiciones actuales parece irreversible y podría conducir -más temprano que tarde- al muy temido por industria y hogares, racionamiento de energía.
Porque las plantas de generación no siempre están ubicadas cerca de los centros de demanda, o pueden encontrarse áreas con una gran capacidad de generación instalada y otras con déficit de la misma; y es ahí donde la transmisión de energía eléctrica se hace relevante, pues permite realizar los intercambios necesarios entre la oferta total existente y la demanda que se debe atender.
“El país enfrenta altos costos ambientales, económicos y tarifarios por los retrasos en el licenciamiento de estos proyectos, que son clave para el desarrollo de cualquier territorio. Porque no hay energía más costosa que la que no se tiene”, dice Juan Ricardo Ortega, presidente del Grupo Energía Bogotá.
En ese contexto, de acuerdo con las proyecciones anuales de demanda de la Unidad de Planeación Minero Energética (Upme), la llamada región oriental del país, compuesta por Cundinamarca, Bogotá, Boyacá y Meta, figura entre las que registra mayores crecimientos, un área que representa el 25% de la demanda en Colombia y cuya tendencia actual indica que no tendrá fuentes de generación suficientes para abastecer su demanda de forma autónoma a partir de 2025, a menos que la energía generada en todo el país, incluyendo la que proviene de nuevas fuentes, circule o fluya por el sistema nacional a través de redes de transmisión que cubran, de esta manera, la demanda por atender. Y es ahí donde el gran desafío nacional consiste en tener la infraestructura suficiente para ello, “pues al tener un sistema fuertemente enmallado como el nuestro, con las suficientes líneas de transmisión, es posible llevar la energía a todos los centros de consumo mediante varios caminos que permiten realizar los mantenimientos en redes y equipos sin poner en riesgo la atención de la demanda”, señala Juan Jacobo Rodríguez, director de Planeación de Enlaza.
Los impactos de los retrasos de estos proyectos de transmisión son varios. Por un lado, la alta emisión de CO2 de plantas térmicas, que deben ser despachadas al no contar con recursos de generación de energía limpia suficientes (Termozipa está generando continuamente desde mayo del año pasado); los esquemas suplementarios que se implementarán en la Sabana de Bogotá, que afectan la continuidad del servicio; la pérdida de empleos y nuevos usuarios, al no poder ser atendida la nueva demanda industrial y de viviendas, con un efecto grave en el crecimiento y generación de empleo; y por último, el incremento tarifario, al no poder usar las fuentes de energía más baratas para atender la demanda en cada hora y día del año, lo que significa generar con plantas más costosas y contaminantes para todos los colombianos.
“Es necesario definir reglas claras y proporcionales a los impactos generados para los procesos de licenciamiento ambiental, así como al acompañamiento de las autoridades en las gestiones con las comunidades. Para los próximos 50 años se estima que la infraestructura de transmisión deberá doblarse para suplir la creciente solicitud de energía eléctrica, y allí queremos aportarle al país con el desarrollo de proyectos sostenibles, que permitan el progreso de los territorios y con una infraestructura activa, que aseguren a los colombianos la continuidad y confiabilidad en este servicio público”, asegura Fredy Zuleta, gerente General de Enlaza.
La necesidad de avanzar en los proyectos de transmisión de energía eléctrica es indudable, y el país tiene un potencial enorme en ese sentido. Por eso el llamado reiterado de Enlaza y del Grupo Energía Bogotá, que tienen clara desde ya la existencia de un antídoto contra el ‘apagón’, es la apuesta de todos por la transmisión de energía eléctrica en Colombia.