El Bosque de Niebla no está en peligro

Sumario | El proyecto de transmisión de energía eléctrica Sogamoso garantiza la mejor prestación del servicio en el centro y oriente de Colombia, y la sana preservación del Bosque de Niebla.

En medio del desafío por mejorar la prestación del servicio de energía eléctrica en el centro y oriente de Colombia, el proyecto Sogamoso se constituye en un factor clave del progreso, entre cuyos retos figura velar además por la protección medioambiental del territorio.

La región, que alberga el 25% de la población colombiana y representa el 32% de la demanda nacional de energía, requiere una solución que equilibre en su justa medida, las necesidades del servicio con la preservación ambiental.

Por ello desde que Enlaza, filial del Grupo Energía Bogotá (GEB), asumió el compromiso nacional de construir el proyecto de transmisión de energía eléctrica Sogamoso, que pasará tangencialmente por el emblemático Bosque de Niebla, el reto ha sido conocerlo cada vez más y mejor, para proteger su entorno y lograr con las comunidades disminuir cualquier riesgo que pueda afectar este tesoro natural.

El aumento en la demanda de energía eléctrica, impulsado por desarrollos residenciales, comerciales, industriales y agrícolas, ha llevado a la necesidad de duplicar la infraestructura de transmisión para los próximos 50 años.

Y en ese marco, el proyecto Sogamoso, aprobado por la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla), bajo criterios técnicos de menor impacto ambiental y social, aunque hoy ya tiene la licencia y con el fin de impactar menos el entorno, está gestionando en cabeza de Enlaza algunas modificaciones y cambios menores que optimizarán ambientalmente el trazado.

La región central, carente de suficiente capacidad de generación eléctrica, depende de la importación de energía, especialmente de la hidroeléctrica del norte y occidente de Colombia. El proyecto, con sus 383 kilómetros de línea de transmisión y 855 torres eléctricas, abarca 38 municipios en tres departamentos, pero su enfoque cuidadoso garantiza la no afectación de fuentes hídricas y recursos naturales durante la construcción.

“El compromiso del proyecto con la preservación del Bosque de Niebla se refleja en acciones concretas. De hecho, interviene menos del 1% del total del proyecto, menos de media hectárea, de las 217.179 delimitadas por la CAR a nivel regional”, explica Aldemar Garay, gerente del proyecto Sogamoso, de Enlaza.

Asimismo, se construirán siete (7) torres y de ellas, seis (6) están en zonas de pastos y cultivos, áreas donde igual la compañía ejecuta acciones constantes para asegurar la convivencia con el medio ambiente. La torre restante queda sobre vegetación secundaria, en la que habitan arbustos y arbolitos. En cuanto al avance constructivo, podemos decir que cuatro (4) ya están armadas, una (1) en programación de contrucción y dos (2), en trámite para la viabilidad ambiental.

Adicionalmente se están implementando medidas para minimizar la intervención, como el diseño de la altura de la línea. El paso por el Distrito de Manejo Integrado Tequendama–Cerro Manjui cuenta con el permiso de la CAR, y se implementarán desviadores de vuelo sonoros para proteger las especies.

“De igual forma, es importante anotar que protegemos la biodiversidad e impulsamos la conservación y el estudio de las especies, con alianzas estratégicas en la región, en áreas de conservación del Plan de Manejo Ambiental (PMA). Llevamos a cabo, por ejemplo, con nuestro aliado ProCAT, el estudio de distribución, conectividad y redes ecológicas para la preservación del tigrillo lanudo (Leopardus tigrinus), en diferentes municipios de Cundinamarca. Asimismo, en Santander, estamos desarrollando el monitoreo del mono nocturno (aotus lemurinus), con el fin de conocer su estado poblacional y establecer acciones para su conservación”, afirma Alejandro Giraldo, gerente Ambiental de Enlaza.

El proyecto Sogamoso no solo avanza bajo criterios de respeto a la naturaleza, sino que también contribuye al conocimiento del Bosque de Niebla. Su visión va más allá de satisfacer la demanda energética; busca preservar un patrimonio natural que es vital para la identidad y sostenibilidad de la región.