‘Esperamos, antes de finalizar este año, dejar aprobados dos o tres gigavatios adicionales’: Upme
Viernes, 07 de Noviembre de 2025
Revista Inergia (RI): ¿Cómo encontró, en términos de desarrollo energético al país? ¿Cómo vamos?
El país ha venido, años atrás, en un proceso que se determinó regulatoriamente desde los esquemas legislativos de 1994, básicamente las leyes Eléctrica; 143, y 142, de Servicios Públicos Domiciliarios. Esa es toda la base que determinó el cambio trascendental que tuvo nuestro negocio en energía eléctrica y de gas, y determinó las pautas que aún permanecen.
La entrada del capital privado en las decisiones del sector, definidas en la Ley Eléctrica, plantearon la necesidad de un esquema regulatorio mucho más formal, donde la Nación determinó además la participación fuerte de dos entidades, una de planeación, que es la Unidad de Planeación Minero Energética, Upme, creada en el marco de esta ley -y que cumple ya 31 años-, y otra entidad con unas funciones netamente regulatorias, la Comisión de Regulación de Energía y Gas, creada bajo la misma ley.
Uno pudiera decir que en 2004 había alrededor de diez, once millones de usuarios del sector eléctrico, hoy somos diecisiete millones. Igualmente, en gas ha subido la participación ostensiblemente. Y nuestra planeación, haciendo los balances de energía y de potencia, a cinco, a diez y a veinte años, nos permite también definir obras necesarias que garanticen que la demanda va a ser cubierta exitosamente y con calidad en el negocio de la energía eléctrica. Igualmente se hace en gas.
Ese esquema funcionó de buena manera, pero el Estado colombiano ha venido aumentando progresivamente sus necesidades de energía. La ruta de crecimiento de la demanda ha sido ascendente y evidentemente eso obliga a que la oferta deba ser acorde con su cubrimiento.
RI: Las necesidades han aumentado, y seguirán aumentando…
Correcto. ¿Qué plantea eso? Una decisión para el Estado. En la medida en que se definan nuevas obras, la Upme saca una serie de convocatorias para que el capital privado diga "yo lo hago". Evidentemente, es un negocio donde se define una renta, que paga el mercado.
Cuando aparecen las fuentes no convencionales, cambia el paradigma de una generación, de un transporte de energía. Eso nos obliga a pensar de una manera diferente. Este gobierno afrontó la transición energética, porque el desarrollo de la tecnología la tenemos que asumir. Dejarla de lado es seguir con las costumbres anteriores y estas tecnologías son cada vez más económicas.
RI: ¿Con base en esos requerimientos energéticos que ustedes miden permanentemente, ¿cuáles son las proyecciones de demanda o cómo satisfacer esa demanda?
La Upme, por definición del Ministerio y como ente planeador, tiene entre sus tareas hacer los planes anuales de expansión de energía eléctrica, de gas en todos sus componentes e hidrocarburos. Nosotros cuando hacemos los planes de expansión, tomamos la información de todo el entorno, para saber cuál va a ser la demanda en los próximos cinco, diez y quince años.
Recordemos que yo puedo tener generación, pero si no tengo líneas que me la transporten a los centros de consumo, como es el modelo, pues me quedo con la generación estática en los centros de generación. Pero todo es proyección.
RI: Y desde la visión suya, como experto que conoce el sector, la transmisión de energía eléctrica en Colombia, ¿cómo la ve? ¿Cómo ha evolucionado?
En el transporte de energía es donde más se presentan elementos que nos afectan el desarrollo de los proyectos. Nos afectan, porque a pesar de que los hace el capital privado, el servicio lo debe recibir el Estado cuando entren en operación estas obras.
El nuestro es un país de regiones, donde hay compatriotas con menos condiciones y paradójicamente, nuestra naturaleza determinó que los sitios con mayores nuevos energéticos alternativos están en zonas más desfavorecidas, como La Guajira y la costa atlántica, donde la radiación solar y el poder eólico abundan.
En ese ejercicio nos hemos encontrado con situaciones de índole social y ambiental, que debemos respetar. Y nuestro país tiene leyes sobre el respeto a la cultura, a lo social, y digamos que eso ha impactado, porque si yo hago una obra en el centro del país, es diferente a que se la haga en La Guajira. El caso específico de Enlaza, con todo el ejercicio Colectora, son obras que se retrasaron por ejercicios de convocatorias y consultas con comunidades. Pero eso es un elemento que también surge, que también hay que respetar, de la legislación nuestra.
RI: ¿Y en particular, teniendo en cuenta que Colectora sigue avanzando, ¿cuál es la expectativa con proyectos como los parques eólicos en la región?
Ya Enlaza termina su primer proyecto. De ahí hacia abajo, la segunda fase de Colectora también está en un avance y eso nos permite solventar en parte la crisis que tenemos.
RI: Y si uno calificara a Colombia en términos de transición energética, ¿qué podríamos decir? ¿En qué estamos?
Yo creo que nosotros estamos cumpliendo. Ya Colombia tiene instalados más o menos 20 mil megavatios de potencia. Los recibimos nosotros en este gobierno. A hoy, nosotros hemos sumado ya tres mil (3.000) y esperamos tener, cuatro mil (4.000) al alcance de este gobierno. Cuatro mil de ellos son con fuentes no convencionales. Generar con fuentes no convencionales implica básicamente parar la generación de los combustibles fósiles. También es un compromiso mundial.
Colombia tiene compromisos con el mundo en esos temas, y yo creo que vamos cumpliendo. Esa es la dinámica nuestra.
RI: ¿Y los retos en esa materia?
Tenemos retos por asumir. En el plan de gobierno nosotros habíamos previsto poner dos gigas como meta, y ya estamos. El presidente, como vio nuestra dinámica, nos subió la cuota a seis gigas, entonces vamos a terminar con cuatro, pero al menos cumplimos la meta y la doblamos.
El país aprendió a hablar de energía. Ahora en todos lados, la gente ya habla de transición, de solares, el tema se metió en la ciudadanía colombiana, que es un tema que a mí me importa, que a mí me interesa. En todas partes ya hablan de la tarifa, ya hablan del costo de generación, ya hablan del costo de transporte. Y se ha revalidado el tema con las fuentes no convencionales, con las comunidades energéticas que ahora pueden participar del negocio, pueden venderle al sistema, pueden auto venderse la energía.
El paradigma del sector ha cambiado, y creo que somos líderes en Latinoamérica en eso. Pero todo cambio, cuesta.
RI: ¿Y qué expectativas podemos tener los colombianos en cuanto al plan de expansión?, ¿hacia dónde vamos y cómo vamos?
Estamos previendo algunos ejercicios que de alguna manera no dieron el resultado en los primeros dos años de gobierno. Vamos a ver si en este año los corregimos y podemos colocar en lo que resta, dos, tres, cuatro gigavatios adicionales en convocatorias y en asignación de capacidad. Esa es la meta que tenemos y creo que con eso nuestro país también va alineándose hacia la meta de descarbonización que tenemos de compromiso.
RI: ¿Y en qué tiempo podría haber nuevas convocatorias?
Nosotros esperamos que antes de finalizar este año dejemos aprobados dos o tres gigavatios adicionales, que deberían entrar en el 2026-2027, porque la generación solar tiene esa otra característica, es muy rápido de hacer. Mientras que hacer una hidroeléctrica es cosa de seis, siete, ocho años. Una generación solar se hace rápido y el kilovatio solar, es igual que el kilovatio de agua, el kilovatio de carbón. Entonces, eso nos permite también evolucionar más rápidamente en poner energía en el sistema.
RI: Entonces ¿las expectativas de las próximas subastas de asignación son crecientes o se mantendrán?
Nosotros, la Comisión de Regulación de Energía y Gas (CREG) y el sector eléctrico, estamos comprometidos en una subasta ahorita en el 2026. Donde esperamos cubrir los requerimientos de demanda que hemos previsto para el 2029 y 2030. Si se cumplen las expectativas, tendríamos energía asegurada, con los parámetros que hemos definido, hasta el 2030.
Digamos que las proyecciones se están dando y a mi juicio, salvo condiciones extremas que puedan pasar en la humanidad, yo creo que este país tiene garantizado el sistema de energía en el plazo de planeación que nosotros hacemos, al 2038. Más o menos, por catorce años.
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Manuel Peña Suárez
Director de la UPME
Oriundo de Cúcuta, Norte de Santander, es ingeniero electricista de la Universidad Industrial de Santander – UIS, cuenta con una especialización en Sistemas de Transmisión y Distribución de Energía Eléctrica de la Universidad de Los Andes en Bogotá, y una maestría en Economía de la Universidad Javeriana de Bogotá.
Con más de 30 años de experiencia laboral, en los cuales, se ha desempeñado como experto de la Comisión de Regulación de Energía y Gas (CREG), director de Energía de la Superintendencia Servicios Públicos Domiciliarios (SSPD), subdirector de Planificación Energética en el Instituto de Planificación y Promoción de Soluciones Energéticas (IPSE), así mismo, jefe de Planeación y subdirector Financiero del Instituto Colombiano de Energía Eléctrica (ICEL) y fue funcionario de Centrales Eléctricas de Norte de Santander (CENS).