Peloteritos wayuu batean de jonrón de la mano de Colectora

Jueves, 12 de Noviembre de 2020

Un grupo de niños wayuu ahora puede practicar mejor el béisbol, luego de que este proyecto del Grupo Energía Bogotá los apoyó con uniformes, guantes, bates y pelotas adecuadas. Así se relaciona la compañía con las comunidades.

Un grupo de niños wayuu ahora puede practicar mejor el béisbol, luego de que este proyecto del Grupo Energía Bogotá los apoyó con uniformes, guantes, bates y pelotas adecuadas. Así se relaciona la compañía con las comunidades.

A sus 9 años, Alejandro Sierra Epieyú debe tener todos los recuerdos de su vida bien frescos. Por eso, cuando contó cómo empezó a practicar el béisbol bajo el abrasante sol guajiro, no pudo aguantar la emoción, soltó lágrimas que absorbió el tapabocas y se quedó mudo.

“Estamos muy agradecidos con las donaciones que trajeron hoy y también muy feliz de verlos a ustedes. Aunque comenzamos con palos y pelotas de medias…”. Los ojos se le entrecerraron a Juan, una pelota rápida se le coló entre la boca y la garganta, y se quebró en esa mezcla de añoranza y felicidad en el rústico diamante de béisbol de la comunidad Nueva Esperanza, en Albania (La Guajira).

La razón de esa avalancha de sentimientos: el proyecto de transmisión de energía eléctrica Colectora, del Grupo Energía Bogotá, les entregó minutos antes a él y a otros 29 niños de la iniciativa Wayuu Kottirashii uniformes completos para la práctica de este deporte, guantes, pelotas y bates de aluminio, elementos que, como diría después el pequeño Juan, no creían que iban a tener pronto.

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Los niños, como si estuvieran abriendo un regalo de Navidad, esculcaron las cajas y se vistieron rápido con la nueva indumentaria, se pusieron los guantes y empezaron a lanzar y atrapar las pelotas con una alegría tan grande que ni los tapabocas podían ocultar.

La iniciativa Wayuu Kottirashii es un equipo de béisbol que representa la unidad e interculturalidad de la comunidad wayuu y que tiene como principal propósito mostrar el talento de jóvenes y niños en esta disciplina deportiva, que no es muy común en La Guajira.

Desde 2018 los niños, todos entre los 6 y los 17 años, están entrenando con el apoyo y dedicación permanente del profesor Lisandro Epiayú, quien recuerda que, en efecto, iniciaron la práctica del deporte utilizando palos de madera o de escobas y pelotas hechas con medias. Cuando contaban con fortuna, dice, conseguían una que otra pelota de plástico. ​

​Pero ahora esa meta de mostrar el talento de los niños wayuu tanto en el país como en el exterior está más cerca a la realidad por el apoyo de Transmisión del GEB. ​

​“De todo corazón, nos llena de alegría ver a estos niños con sus elementos y uniformes. Estamos agradecidos con el Grupo Energía Bogotá desde el territorio, el cosmos y nuestros ancestros por el apoyo que hacen a esta iniciativa. Esperamos seguir caminando juntos, para cumplir los sueños de cada niño ¡Miren sus caras de felicidad; eso es algo muy especial!”, afirmó Epiayú, quien además de docente escolar oficia como entrenador. ​

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Diego García, gerente del proyecto Colectora, aseguró que se busca apoyar a los niños en el uso provechoso del tiempo libre y de ayudar a forjar, a través del deporte, valores como el trabajo en equipo, la disciplina, el respeto, el compañerismo y la superación personal y colectiva, al mismo tiempo que se estrechan las relaciones con las comunidades del área de influencia de este proyecto, que permitirá incorporar al Sistema de Transmisión Nacional la energía que producirán los parques eólicos que se construyen en La Guajira.

Ahora los integrantes de este equipo entrenan con mucha más energía y con elementos adecuados, que les permitirán entrenar fuerte para ser los próximos Édgar Rentería, Giovanny Urshela o Dónovan Solano, algunos de los representantes colombianos en las Grandes Ligas del béisbol estadounidense, y poner aún más alto el nombre de la nación wayuu​

​“Estoy muy agradecido por las donaciones que el Grupo Energía Bogotá nos entregó. Gracias por llenarnos de esperanza para hacer realidad nuestro sueño”, aseguró Dionisio Flórez, otro de los niños que participa de esta iniciativa deportiva y social, y quien con el pequeño Juan Vangrieken y los demás peloteritos wayuu quieren seguir bateando de jonrón con buena energía.