Tramo 2 de Refuerzo Suroccidental robustece su Estudio de Impacto Ambiental

Miercoles, 09 de Septiembre de 2020

Transmisión presentará un nuevo Estudio de Impacto Ambiental del tramo 2 con mucha más información, para que la ANLA se pronuncie sobre el licenciamiento.
El Grupo Energía Bogotá iniciará un nuevo trámite ambiental ante la ANLA para este segmento del proyecto, para lo cual ampliará la información que entregó en el estudio inicial. Ya está haciendo reuniones con las comunidades y autoridades locales, para involucrarlos activamente en su elaboración.

Para entregar más información a la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) sobre la delimitación de su área de influencia, los lineamientos de participación, la caracterización biótica y la evaluación económica de impactos, el proyecto de transmisión de energía eléctrica Refuerzo Suroccidental (RSO) inició un nuevo Estudio de Impacto Ambiental (EIA) para el tramo 2, que le permita a esa entidad pronunciarse sobre el licenciamiento, obtener los permisos necesarios y pasar a la fase constructiva.

Así lo confirmó Rodrigo Hernández Ortiz, gerente del proyecto RSO, quien agregó que para hacer mucho más sólido este EIA se realizará un proceso con las comunidades, que le permita al proyecto recolectar mucha más información que la consignada inicialmente.

La zona rural de Palmira es una por donde pasará el tramo 2 del proyecto Refuerzo Suroccidental, que buscar mejorar la calidad y seguridad del servicio público de energía eléctrica.

La zona rural de Palmira es una por donde pasará el tramo 2 del proyecto Refuerzo Suroccidental, que buscar mejorar la calidad y seguridad del servicio público de energía eléctrica.

En este sentido, el alto funcionario indicó que ya se efectuaron las reuniones de socialización de inicio del Estudio de Impacto Ambiental con las autoridades locales de los 17 municipios del área de influencia del proyecto en Valle del Cauca, a través de herramientas virtuales.

El EIA, según el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, es el instrumento básico para la toma de decisiones sobre proyectos, obras o actividades que requieren licencia ambiental y se exigirá en todos los casos en que se requiera ese permiso. El estudio, recalca esta cartera, deberá elaborarse de conformidad con la metodología para la presentación de estudios ambientales y los términos de referencia expedidos para tal efecto.

A comienzos de este año la ANLA ratificó su decisión de dar por terminado el trámite de licenciamiento del tramo 2 del proyecto, que comprende el segmento La Virginia – Alférez atravesando los municipios de Pereira, en Risaralda, y Cartago, Obando, La Victoria, Zarzal, Bugalagrande, Andalucía, Tuluá, San Pedro, Buga, Guacarí, Ginebra, El Cerrito, Palmira, Pradera, Candelaria, Santiago de Cali, Yumbo, en el Valle del Cauca.

Este pronunciamiento no significa que hayan negado la licencia ambiental o que el proyecto sea inviable social o ambientalmente y no impide, según el Decreto 1076 de 2015, que Transmisión del Grupo Energía Bogotá (GEB) –a cargo del proyecto– realice un nuevo trámite para obtener las aprobaciones necesarias que permitan seguir desarrollando esta iniciativa clave para la seguridad y confiabilidad del servicio de energía eléctrica en el suroccidente del país, cuya demanda es creciente.

El EIA es el instrumento básico para la toma de decisiones sobre proyectos que requieren licencia ambiental; ayuda a garantizar que la infraestructura eléctrica conviva con la biodiversidad, como en Candelaria (Valle).

El EIA es el instrumento básico para la toma de decisiones sobre proyectos que requieren licencia ambiental; ayuda a garantizar que la infraestructura eléctrica conviva con la biodiversidad, como en Candelaria (Valle).

“Vamos a hacer un nuevo trámite de licenciamiento, en el que enriqueceremos la información recolectada en el primer EIA para presentar uno nuevo. En este proceso es clave la participación de las autoridades locales y de las comunidades del área de influencia y por eso los estamos invitando a involucrarse activamente en su elaboración, con el fin de recolectar la información necesaria y de primera mano, para llegar a acuerdos y llevar a cabo con éxito este proceso”, afirmó Hernández.

El proyecto Refuerzo Suroccidental a 500 kilovoltios nace de la necesidad que el Gobierno nacional, a través de la Unidad de Planeación Minero Energética (UPME), estableció que existe en el suroccidente del país, cuya demanda de este servicio público esencial ha crecido y que al no ser autosuficiente para cubrirla, debe traer el recurso desde otros puntos de la geografía colombiana.

RSO está dividido en tres tramos, de los cuales el 1 y el 3 ya tienen licencia ambiental y empezaron la fase constructiva. El proyecto montará 426 kilómetros de línea de transmisión con 860 torres, que surcan 36 municipios de Antioquia, Caldas, Risaralda y Valle del Cauca.

El proceso de fortalecimiento del EIA para el tramo 2 del proyecto Refuerzo Suroccidental se debe regir por la nueva normatividad expedida por la ANLA en 2018, la cual hace especial énfasis en la participación de las comunidades en este proceso.